Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1487
Legislatura: 1893-1894 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 9 de junio de 1893
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 51, 1442
Tema: Manifestaciones relativas al planteamiento por decreto de las reformas propuestas en los presupuestos de Guerra y Gracia y Justicia

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Me creo en el deber de dar una satisfacción al Sr. Osma. Quiero que sepa que cuando tuve noticia de la atenta carta que se sirvió escribirme indicándome su pensamiento, estaba yo ocupado en una interpelación en la otra Cámara, y que cuando pude venir a ésta ya se había entrado en el orden del día. Por eso no pude contestar como era mi deber, respondiendo a la cortés invitación de S. S.

Hoy vine por si S. S. tenía la bondad de repetir su pregunta de ayer, a pesar de que entiendo que la contestación dada por el Sr. Gamazo no deja duda alguna; pero puesto que S. S. la tiene, yo le diré que sucede con las conversaciones breves y rápidas que los Ministros suelen tener con los periodistas lo que con los telegramas, que necesitan relleno, para que tengan por ampliación, un concepto más claro, más satisfactorio y sobre todo más suave. Pues bien, esto pasa con la contestación que supone el Sr. Osma que yo he dado, y con razón, a los periodistas la otra tarde al salir del Congreso. En realidad, la contestación es verdad; lo que dice El Imparcial es verdad; pero es verdad como puede serlo el contenido de un telegrama, el cual, por causa del laconismo con que los telegramas se escriben, puede necesitar cierta ampliación para que el Sr. Osma y todos lo comprendamos bien.

¿Y qué hay, después de todo, en aquella contestación que yo di a los periodistas? Pues no hay nada de particular, sino una cosa muy natural. ¿Qué dice aquella contestación? Pues aquella contestación dice sencillamente lo siguiente: los periodistas me preguntaron "¿Y qué va a hacer el Gobierno si los presupuestos no se aprueban y van a regir los anteriores?" Pues cumplir los anteriores con todas sus consecuencias; y como vamos a tener un déficit muy grande y el mal para el país es inmenso, el Gobierno está en el deber de remediarle en cuanto sea posible, por medio de reformas que hará por decretos. "¿Y qué reformas va a hacer por decreto?" Las que por decreto pueda hacer sin quebrantamiento de ninguna ley, y sin inmiscuirse en las funciones de las Cámaras. Esto es tan obvio, tan natural, tan lógico, que no tiene necesidad de mayor explicación: el Gobierno hará por decreto todas las reformas que aminoren los males que resultarían de que el presupuesto actual continúe rigiendo en el ejercicio siguiente; y para aminorar ese mal, la Administración hará todas las reformas que por decreto y sin necesidad de leyes y sin quebrantamiento de ninguna, pueda hacer. Esto es lo que he dicho, esto es lo que repito, y esto es lo que estoy dispuesto a sostener siempre y en todas ocasiones; y es más, a practicarlo, porque faltaría a mi deber como Gobierno si no lo practicara.

Yo no sé si el Sr. Osma necesitará de más amplias explicaciones; si las necesita, yo estoy dispuesto a dárselas, porque no he de tener menos gusto en complacer a S. S. que tengo y he tenido en complacer al Sr. Conde de la Corzana, como tengo mucho gusto en complacer a todos los Sres. Diputados, incluso a los de la oposición, aunque algunas veces sean muchos de la oposición bien injustos conmigo; pero yo no pago injusticias con injusticias; sean lo injustos que quieran, yo no he e salir del cumplimiento de mis deberes; y por mi manera de ser, he de guardar a todos aquella cortesía y hasta aquel cariño que a todos debo y que tengo mucho gusto en profesarles.



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